28 de abril de 2009

Escalada a la Cara Este del Grand Capucin 3.838 m. - Vía Bonatti


De nuevo mis compañeros y yo, nos encontramos en una larga cola, que nos conducirá por medio de un teleférico a la Aguja del Midi, punto de partida para nuestra próxima escalada. Ya situados en la Aguja del Midi a 3.400 m. nos dirigimos por una empinada arista de nieve hacia el Valle Blanco. Acompañados por otros escaladores comenzamos el descenso de este glaciar.
De vez en cuando paramos nuestra marcha para observar y fotografiar la insospechada belleza que nos brinda la vertiente Este del Mont Blanc de Tacul. Continuamos nuestra marcha y, con mucho cuidado de no caer en alguna grieta, tras ascender una zona de grietas y seracs, nos situamos en el glaciar del Gigante, bajo la impresionante pared Este del Gran Capuchino.



Mientras poco a poco declina el día y las estrellas van apareciendo, mis compañeros y yo colocamos nuestra pequeña tienda, que nos servirá de refugio para pasar la noche.
Ring... Ring... Suena el despertador, son las 7 de la madrugada y la oscuridad de la noche aún es dueña de la montaña.

Despierto a mis compañeros y me dicen que todavía es muy pronto y que la roca estará muy fría. Me convencen rápidamente y seguimos durmiendo hasta las nueve. Después de cerciorarnos de que llevamos el material necesario comenzamos a subir el corredor que nos conduce al pie de la vía. Para realizar esta escalada con mayor rapidez, y aprovechando que es una escalada en la que apenas se toca el hielo utilizamos una nueva técnica, que consiste en no llevar las botas grandes, y llevar solamente los pies de gato, recubiertos por unos buenos cubre botas, y luego puestos los crampones. Comenzamos los primeros largos de roca trazados en travesía apenas con dificultad, que nos sitúan rápidamente en la parte baja del centro de la pared. El itinerario prosigue por una sucesión de placas y grandes diedros, en una bella escalada atlética y difícil, que nos sitúa debajo de unos gigantescos techos.




Esta parte del itinerario es uno de los puntos más bellos de la escalada, pues los techos se atraviesan por debajo, en una escalada extremadamente aérea y de una dificultad media. A medida que vamos avanzando, nos vemos obligados a tener que recurrir a la escalada artificial en algunos largos y así, poco a poco nos situamos en una gran plataforma, justo debajo del famoso muro de 80 metros, que escalamos casi todo en libre y utilizamos en algunos puntos la escalada artificial.



Alcanzada la parte superior de la pared, ésta va perdiendo poco a poco su verticalidad; los largos, ya en su mayoría, los realizamos enteramente en libre, aunque a veces utilizamos algunos puntos de ayuda. Situados debajo del gran techo que corona la cumbre del Gran Capuchino, realizamos los últimos 80 metros de escalada muy fáciles pero bastante peligrosos, pues tenemos la impresión de que este tramo de la escalada casi nunca es visitado por los rayos del sol, y está muy manchado de nieve y hielo. Ya en la cumbre comenzamos el descenso a rápeles, primero hasta un collado y luego por un corredor, muy peligroso por las caídas de piedras y hielo.

Después de este lento descenso a rápeles y situados en la rimaya del corredor, corremos cada uno por nuestro lado para llegar a la tienda, y poder quitarnos los pies de gato que ya nos martirizan en los pies, y poder descansar el máximo tiempo en nuestros sacos de dormir.

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Ascensión realizada por: Antonio Rodríguez, Alberto José Posada, José Zuazua y Luis Tapia, el día 7 de agosto de 1980.

Material: Piolet, crampones, fisureros y estribos. El itinerario se encuentra excesivamente pitonado, por lo que los clavos no son necesarios.

Ficha técnica: Cara E. del Grand Capucin, vía Bonatti. Dificultad: E.D. con 40 pitones. Hoy está sobre clavada.

Primera ascensión: W. Bonatti y L. Ghigo del 20 al 23 julio 1951. | Desnivel: de la rimaya a la cumbre 490 metros. Escalada efectiva 350 metros.

Horario: de 10 a 20 horas.

Alberto Posada

Fuente: Revista Pyrenaica 1.982

1 comentario:

Ona dijo...

Que geniales esas vías clásicas... pasan los años y siempre igual de bonitas...
Gracias por ilustrarnos!