3 de marzo de 2009

Esteban Vicente Jiménez (De la roca al mar)


El 24 de diciembre de 1976, un solitario escalador arriba a la cima del Naranjo de Bulnes después de haber completado en invierno y en dos jornadas consecutivas la vía Rabadá-Navarro de la cara oeste. Se trata de Esteban Vicente Jiménez, de veintitrés años, estudiante de INEF y excelente deportista. Este piragüista de Salamanca que hasta los dieciséis o diecisiete años había vivido en Soria donde cuidaba ovejas y cabras en el monte, había llegado a la Vega de Urriellu
acompañado de cinco compañeros de estudios, que eran prácticamente neófitos en la montaña y que llevaban un equipo poco adecuado para las condiciones invernales de unos Picos de Europa por entonces bastante cargados de nieve.

Comienza la escalada el día 24 a las nueve de la mañana, y rompe con los moldes clásicos de entonces, pues va en mangas de camisa, eso si de gruesa y recia franela, y en vez de casco lleva una gorra que un amigo gitano le había regalado. Realiza los largos de cuerda en tres ocasiones: dos de subida y uno de bajada. Fija la cuerda utilizando el anclaje de la reunión y sube autoasegurándose. Cuando llega a la siguiente reunión, vuelve a anclar la cuerda y desciende en rápel por otra hasta la anterior reunión para, a continuación, volver a subir el mismo largo, recuperando así el material que antes había dejado. Aunque en aquella época se usaban ya los jumars para subir por cuerda fija, Esteban desechó este material por resultarle engorroso al tener poca práctica con su uso.

Avanzando lentamente, con las postreras luces del día llega al Anfiteatro de los Tiros de la Torca a las seis y media de la tarde, y para instalar el vivac tiene que tallar una repisa en el vítreo hielo, pues toda la pendiente está cubierta de hielo y nieve. Ha estado todo el día sin probar bocado y sin beber nada, absolutamente concentrado y absorto en la tarea de progresar metro a metro con seguridad.

Al día siguiente continúa la escalda después de haber arrojado la mayor parte de su equipo (saco, comida, tienda en pared, hornillo, cantimplora, varios clavos y mosquetones, una cuerda..etc.) pues tiene claro que así subirá con mayor rapidez y por que además, no le va ha hacer ninguna falta. A las cuatro y media de la tarde alcanza la mas que nunca solitaria cima del Naranjo, después de unas diecisiete horas efectivas de escalada, y como el mismo confiesa, sin apenas cansarse.

El descenso peligroso por la nieve acumulada en el Anfiteatro de la cara Sur, se complica enormemente, pues solo dispone de una cuerda de cuarenta metros y de cuatro clavijas y tiene que hacer los rápeles de veinte metros para utilizarla en doble y así poder recuperarla después de cada maniobra. Pero ya no hay nada que pueda detenerle y por fin consigue llegar a la base de la cara Sur, donde se han desplazado sus expectantes amigos que están preocupados y ansiosos de noticias de atrevido compañero.

La polémica, como siempre que se produce algún hecho destacable en el Naranjo estaba servida. Ciertos medios de comunicación difundieron rápidamente la noticia maximizando esta ascensión y minimizando así la primera escalada invernal lograda unos años antes. En muy contados casos se trato la misma con la necesaria e imparcial mesura. Algunos mostraron su incredulidad y no admitieron el hecho de esta escalda en solitario por considerarlo completamente imposible; esgrimiendo además la poca experiencia alpina de Esteban Vicente y su grupo de apoyo en este tipo de actividades.

Esteban Vicente conocía ya la vía Rabada-Navarro de la oeste del Naranjo, pues la había escalado en el otoño de la temporada anterior, concretamente el 3 de octubre, con un compañero de cordada llamado Francisco Cárdenas, en dos jornadas. La cima la habían alcanzado a las cuatro y media de la tarde.

Al año siguiente, Esteban Vicente, para tratar de acallar las voces envidiosas, malintencionadas o profanas que contra él se alzaron o pusieron en duda su escalad, volvió de nuevo al Naranjo de Bulnes y otra vez en invierno repitió su escalada completamente en solitario.

En esta ocasión la escalada tendrá los mismos tintes de la primera con algunas pequeñas variaciones, como la de la fría noche que tuvo que soportar en el vivac del Anfiteatro de los Tiros de la Torca sin la cálida y amorosa compañía de sus saco de plumas, pues se le había caído la mochila que lo contenía y también el peligroso descenso por el siempre comprometido, en invierno, Anfiteatro de la cara Sur.

Esteban Vicente, a pesar de que su fuerte era otra especialidad deportiva, el piragüismo, protagonizó una brillante actividad alpinística en aquellos años y en los siguientes. Recorrió en solitario y en invierno también la Rabada-Navarro al Gallinero, la vía de las Brujas al Tozal del Mallo igualmente en solitario; en el mismo día hizo todas las vías que había entonces en el Torreón de los Galayos y con Luis Fraga consiguió la primera ascensión española al helado corredor del Diamante del monte Kenia en 1979.

Cuando iba a salir hacia el Aconcagua, su vida dio un giro de ciento ochenta grados y, abandonando todo lo que tenía entre manos, pasó a dedicarse con exclusividad al diseño y construcción de un velero de unos treinta metros, basado en una goleta del siglo XIX, en un astillero que le prestaron en la localidad de Lekeitio.

Fuente: “Naranjo De Bulnes. Un Siglo De Escaladas”
Autor: Isidoro Rodríguez Cubillas (Ediciones Desnivel)

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GOLETA CANTABRIA INFINITA



En 1979, Esteban Vicente Jiménez diseña la goleta y dirige todo el proceso de construcción. Tres años después, se continua su construcción en un viejo astillero de Lekeitio, siempre según las clásicas y artesanales técnicas de los carpinteros de ribera. El 15 de mayo de 1984 se bota la Goleta y es remolcada al puerto de Bilbao, donde es aparejada, al tiempo que se incorpora la diferente maquinaria, electricidad y electrónica. En 1986, la Goleta navega hacia las Islas Canarias, donde permanece hasta hace pocos meses. Durante estos años la embarcación ha sufrido diferentes cambios y reformas, sobre todo en su aparejo y arboladura, mejorando su presencia y efectividad. Desde su botadura, más de trescientas mil personas han navegado en ella.

Fuente: Cantabria Infinita

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra historia alucinante...

A lo que el ser humano puede llegar es impresionante... tanto para bien como para mal. En este caso pa flipallll

Adrián

elales dijo...

Te animo a seguir contando estas historias.
Un saludo,
Álex

javi_varek dijo...

que buenisisma tron, he disfrutado mucho.Gracias.

El Patxi dijo...

Parece que tiene buena acojida esta sección de Historia que, ultimamente, ando actualizando, me alegra.
Tengo más historias por ahí para subir y que disfrutéis durante unos minutos con ellas.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Esta historia me confirma que no soy el primero en compaginar escalada y navegación.
Patxi y tú te ries de mi curso de marinerito, je,je.

Saludos
Pajillero Empedernido.

Anónimo dijo...

La historia de la goleta es en realidad la historia de un gran fracaso del que solo uno se llevó los méritos y los beneficios. Muchos participaron de forma altruista en el proyecto y al final quedaron fuera sin tan siquiera un reconocimiento.

gus dijo...

Cuando estudiaba en Salamanca vino al Colegio Mayor un tipo que dijo ser piragüista (tenía un impresionante tren superior, un trailer de 8 ejes) pero que había subido en solitario y en invierno la mítica Cara Oeste del Naranjo. Y nos lo demostró con una proyección de diapositivas y respondiendo a todas nuestras dudas. Se me cayó un mito (el de Perico de Tudela, no el del Naranjo), pero se engrandeció un ser humano mucho más humilde y cercano.

Anónimo dijo...

Como ya ha escrito alguien, la historia depende de quien la cuenta. En este caso se habla de un supuesto héroe.

Por lo que puede saber de primera mano, se trataba de un personaje egocéntrico, narcisista y necesitado de reconocimiento social, que no dudó en apoyarse en mucha gente a la que, luego, abandonó como un Kleenex usado.

La goleta no la diseñó él sino un ingeniero naval, pues poco sabía de construcción naval.
La construcción, si no es por la docena de voluntarios que le ayudaron durante años a cambio de nada, no la habría conseguido.
Nada sabía de navegación, así que necesitó de otros navegantes voluntarios a los que, como a los anteriores, "dejó caer" cuando ya no los necesitaba.

En fin, verás que es otra versión del supuesto "héroe".

Un saludo,

Rafa dijo...

Conoci a Esteban Vicente en Madrid cuando aparecio en escena con su escalad solitaria al Naranjo (yo era amigo de Luis Fraga) y lo unico que puedo decir de el era un tipo extraño, poco sociable, y con unas cualidades fisicas que se salian de lo normal.
respecto a un escalador-marinero, si ha habido uno en España, ha sido Julio Villar, quien tras un gravisimo accidente en los Alpes (que le imposibilito volver a escalar), vendio todos los trastos y se compro un velero de siete metros -El Mistral- con el que dio la vuelta al mundo en solitario (siendo el barco mas pequeño que lo conseguia por aquella epoca).
Publco su diario de abordo en uno de los libros mas bonitos que se haya podio escribir sobre navegacion; Eh Petrel!.
Estos nombres no venia a mi cabeza desde hace mas casi 30 años que deje de escalar, pero me han llevado a encontrar este clip en YouTube que me ha hechorecordar otra epoca:
http://www.youtube.com/watch?v=Jqv68Wl8Rpo
A julio lo conoci en una ocasion que me cojio haciendo autoestop por el Pirineo de Huesca, alla por 1977 o 78.

Rafa dijo...

Conoci a Esteban Vicente en Madrid cuando aparecio en escena con su escalad solitaria al Naranjo (yo era amigo de Luis Fraga) y lo unico que puedo decir de el era un tipo extraño, poco sociable, y con unas cualidades fisicas que se salian de lo normal.
respecto a un escalador-marinero, si ha habido uno en España, ha sido Julio Villar, quien tras un gravisimo accidente en los Alpes (que le imposibilito volver a escalar), vendio todos los trastos y se compro un velero de siete metros -El Mistral- con el que dio la vuelta al mundo en solitario (siendo el barco mas pequeño que lo conseguia por aquella epoca).
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A julio lo conoci en una ocasion que me cojio haciendo autoestop por el Pirineo de Huesca, alla por 1977 o 78.

Rafa dijo...

Conoci a Esteban Vicente en Madrid cuando aparecio en escena con su escalad solitaria al Naranjo (yo era amigo de Luis Fraga) y lo unico que puedo decir de el era un tipo extraño, poco sociable, y con unas cualidades fisicas que se salian de lo normal.
respecto a un escalador-marinero, si ha habido uno en España, ha sido Julio Villar, quien tras un gravisimo accidente en los Alpes (que le imposibilito volver a escalar), vendio todos los trastos y se compro un velero de siete metros -El Mistral- con el que dio la vuelta al mundo en solitario (siendo el barco mas pequeño que lo conseguia por aquella epoca).
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A julio lo conoci en una ocasion que me cojio haciendo autoestop por el Pirineo de Huesca, alla por 1977 o 78.

rafa dijo...

Conoci a Esteban Vicente en Madrid cuando aparecio en escena con su escalad solitaria al Naranjo (yo era amigo de Luis Fraga) y lo unico que puedo decir de el era un tipo extraño, poco sociable, y con unas cualidades fisicas que se salian de lo normal.
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Rafa dijo...

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Rafa dijo...

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Rafa dijo...

Conoci a Esteban Vicente en Madrid cuando aparecio en escena con su escalad solitaria al Naranjo (yo era amigo de Luis Fraga) y lo unico que puedo decir de el era un tipo extraño, poco sociable, y con unas cualidades fisicas que se salian de lo normal.
respecto a un escalador-marinero, si ha habido uno en España, ha sido Julio Villar, quien tras un gravisimo accidente en los Alpes (que le imposibilito volver a escalar), vendio todos los trastos y se compro un velero de siete metros -El Mistral- con el que dio la vuelta al mundo en solitario (siendo el barco mas pequeño que lo conseguia por aquella epoca).
Publco su diario de abordo en uno de los libros mas bonitos que se haya podio escribir sobre navegacion; Eh Petrel!.
Estos nombres no venia a mi cabeza desde hace mas casi 30 años que deje de escalar, pero me han llevado a encontrar este clip en YouTube que me ha hechorecordar otra epoca:
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A julio lo conoci en una ocasion que me cojio haciendo autoestop por el Pirineo de Huesca, alla por 1977 o 78.

yolanda dijo...

Casualidades de la vida, yo he conocido a los dos que se mencionan en el comentario anterior (ese que se repite tres veces) y me quedo con Julio Villar con quien compartí cena en su Mistral y que me dedicó su libro. Excelente persona. Con Esteban tuve mas relación y estuve varias veces en Lekeitio mientras se construía el barco y coincido con los comentarios acerca de su egocentrismo. Pero bueno ¡cada uno es como es! Hace años Esteban utilizaba a la gente según sus intereses, pero quizá ahora, con los años ha cambiado.

Anónimo dijo...

Teniendo yo por entonces 17 años,una tarde en Salamanca me llevo un amigo a ver una exposición(resulto ser una película en super8 o algo asi)y si no recuerdo mal fue en el salón de actos de la Facultad de Ciencias. En aquella peli vimos a Estevan Vicente escalando el Naranjo de Bulnes en invierno y en solitario y de fondo música de Pink Floyd. Aquel dia me enamore de la montaña.Lo recuerdo como si fuera hoy con la furgoneta verde del grupo kayak de piragüismo que andaba por Salamanca.Tambien recuerdo que sacaron en un periódico que había por entonces (La Hoja del Lunes) unos reportajes semanales. Aquí en Salamanca hay jente que aun lo recuerda.