Artifo en Patones

Isa apretando el culo

Cazos, muros verticales, desplomes, monodedos, bidedos…Después de mas de 4 años sin pisar estas tierras, nos fuimos para el Pontón de la Oliva en busca de techos que nos refugiaran de las temibles lluvias anunciadas días atrás.




Una excusa como otra cualquiera para seguir practicando el artifo, modalidad en desuso en la que yo disfruto como un enano, bien por que no sufro tanto como en la escalada libre, bien por que me hace usar técnicas y me obliga a leer bien la roca en busca de buenos emplazamientos para el material, lo que me distrae y entretiene.


Así que, con todo el juego de mis uñas en el makuto, nos plantamos en éste impresionante cañón de caliza dispuestos a pasar una buena mañana de sábado con todas las vías a nuestra disposición ya que no había ni un alma en todo el Pontón.



Tuvimos suerte pues no cayó ni gota, aunque el aire que soplaba y que multiplicada el frío por dos, no invitaba mucho a sacar las manos de los bolsillos y menos a tocar la roca. Pero allí estábamos y, con muchas ganas o no, había que estirar y contraer los bíceps, tríceps y demás músculos que usas en la caliza y que tan poco desarrollados tienes por amar las placas de granito.
Después de recordar como era eso de la escalada en caliza, fuimos en busca de algun techito para colgarnos de la uñas y disfrutar un rato.


Dos pasitos de uña para empezar y poder llegar a la primera chapa. (No se si estaba yo más tranquilo en las uñas o en esa chapa oxidada y atornillada en un spit de los años gloriosos de la Patonae...)


Tras ese roñoso spit, ya colgado de buenos parabolts disfrutando de los pedales.
La salida, pues de las que da la risa...dos gancheos mas, salida en libre y a por la cadena con mas miedo que vergüenza....Via corta pero entrenida.

Al Adri le costaba relajarse y fiarse de los gancheos, pero no le quedaba otra que tirar pa'rriba.


Al final disfrutó como todos ( vamos!,... que bajo con el casco empapado de nuevas sensaciones, y los calzones con anchoas de Santoña.....je,je)



Una vez que pilló la primera chapa, ya mas tranquilo, prosiguio el camino hacia arriba.



Mienstas, el Dany disfrutaba de lo que le gusta. Paredes verticales con patio y buenos alejes...cada uno a lo suyo...