¡Por fin!
Llevaba ya varios años detrás de ascender la cumbre más alta de Guipúzcoa, pero entre el mal tiempo, otros planes y demás siempre se aplazaba.
Esta Semana Santa, pese al mal tiempo anunciado en toda España, nos fuimos para Oñati con la idea de ascender el Aizkorri y el Aitxuri. Siempre se ha creído que la cumbre más elevada de Guipúzcoa. es el Aizkorri pero hace unos años se observó que el Aitxuri, en el mismo cresterío y macizo, es la cumbre más alta.
Subir al Aizkorri y no encontrarse a nadie es más difícil que restaurar una burilada en la Pedriza y no crear polémica. El Aizkorri es la cumbre por excelencia de los guipuzcoanos como lo es para los vizcaínos el Gorbea. Si eres de los que le gusta subir cumbres, no puedes permitirte dejarte esta en el tintero.
La aproximación elegida para ascender a este precioso monte comienza en el Santuario de Nuestra Señora de Aránzazu. Santuario católico mariano situado en el municipio de Oñate, donde se venera a la Virgen de Aránzazu, patrona de Guipúzcoa.
Dejando atrás el Santuario, remontamos la carretera asfaltada, pasando por la taberna Sindika (buenos bocatas de tortilla con chorizo y lomo con tomate), hasta llegar a una puerta metálica verde que impide el paso a vehículos motorizados. De aquí parte un camino, de buena andadura inmerso en un precioso hayedo, que asciende hasta el collado de Elorrola lugar donde se abre nuestro camino para darnos un respiro, después de una hora de fuerte subida, y poder apreciar las famosas y mullidas campas de Urbia. Es este un lugar idónea para realizar una pequeña parada y reponer fuerzas en la fonda que aquí existe.
Las campas de Urbia, paraíso de los pastos vascos, son una gran explanada desde la que se nos permite apreciar todo el cresterio del macizo del Aizkorri.
En poco menos de un mes, subirán los rebaños a estos pastos a pasar los meses estivales. De momento, a finales de abril, estaban las campas vacías de rumiantes y demás cuadrúpedos.
Siguiendo una hilera de abedules que nos muestran el camino bajaremos alegres y sonrientes hacia la majada de Arbelar, lugar donde empieza la parte más dura de la ascensión trepando por los contrafuertes rocosos, y que no dejaremos hasta la cumbre.
La cumbre parece inalcanzable pero poco a poco vamos ganando altura mientras nos cruzamos con algún que otro corredor entrenando por estos lugares y vamos pasando a unos 20 o 30 montañeros. Ya os he comentado que al Aizkorri sube más gente que a Ribera de Curtidores un domingo por la mañana.
Y así poco a poco y mirando bien donde apoyamos los pies alcanzamos la Chispi y yo la cumbre del monte Aizkorri. Un día espléndido, quizá demasiado ventoso. Unas vistas impresionantes y otra cima conseguida junto a mi chica y encima en el Pais Vasco, lugar que me vio crecer. La próxima visita a por el Amboto.
A la vuelta aproveche para crestear, ya en solitario pues la Chispi me mandó a tomar por el culo (estaba ya muy cansada), y ascender el Aketegui y el Aitxuri cumbre, esta sí, más elevada de Guipuzcoa.
Una vez de nuevo en Arantzazu repusimos fuerzas como debe de ser.