10 de noviembre de 2009

Herrerillo Capuchino (Parus cristatus)

Foto: Pepe Navarro (http://pponavarro.blogspot.com)


Ave de coníferas que puede encontrarse, con poca frecuencia, en bosques mixtos.

Su cresta de plumas negras bordeadas de blanco situada sobre su cabeza nos facilitará su identificación.

El color de su dorso es pardo grisáceo.

Su tamaño, más bien reducido, no distingue entre sexos.
Siempre sale de casa con bufanda negra recorriendo todo su cuello y un color rojo vivo en sus ojos acompañados de un pequeño pico, lo que le viene de miedo para atrapar los pequeños insectos y arañas de las que se alimenta, recurriendo a bayas y semillas en los meses más gélidos, debido a la falta de los primeros.


Foto: José Reigada Ibañez

Ave sedentaria y nidificante de la Familia de los páridos (Paridae), anida en oquedades de viejos troncos cuando no lo hace en nidos abandonados de otros familiares comunes como el Pico Picapinos (Dendrocopos major) o pito real (Picus viridis). Suele ser a principios de marzo cuando construyen su nido.

Foto: Alfonso Roldán Losada

A fines del invierno, el macho corteja en vuelo, o endereza su cresta, haciendo vibrar las alas.
La puesta suele ser de seis huevos blancos con pintas pardo-rojizas, que la hembra incuba mientras el macho busca alimento. Habrá que esperar un par de semanas para ver a los polluelos romper el cascarón. Desde ese momento las crías permanecerán en el nido entre 15 y 20 días hasta que den su primer vuelo.

Su vida puede durar entre 2 a 3 años.

Foto: Alfonso Roldán Losada

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